Botella vacia se alza hacia mis ojos, reniego de su espacio, debo abandonar.
Miro y veo solo lazos, hermosos y gruesos, me niego a cortarlos. Un dia no muy lejano, decidiré estirarlos corriendo el riesgo de la separación. Coléricamente miraré hacia otro lado y nadaré en un lago de aguas que hidraten mi piel, mi alma, me inunde de espacio vasto y disponible, sustancioso, oscuro.
lunes, 24 de mayo de 2010
domingo, 23 de mayo de 2010
VOS, YO Y EL.
Mi mano izquierda condensa venas y palpitaciones
que escapan a algunos ritmos mas o menos conocidos.
yo percibo que es torpe, que no sabe moverse,
sin embargo, en su propia lógica posee su virtud.
Reconozco como la proyecto y la alejo, la manejo y desconozco.
Así, gran parte de mis problemas con vos, son mis problemas con el otro.
Ese otro que no deja de construirme, tan sola y tan perfecta, de ciencia ficción.
De a poco y con dificultad vuelvo al primer pozo, ahí donde deje mi primer camisón, mi primera Barbie.
Ahí es donde me toca recostarme, resentir ese olor, esa textura,
reinventarme desde aquellos confines,
que me parecen tan húmedos y hostiles,
ajenos.
Polares, como las estrellas o como el hielo, sensaciones que tiño de ningún color.
Están en esta olla que hierve, infusión que temprano o tarde, tomaré sedienta, para volver a empezar con mi química mas organica. Esa que abandoné por que me dijeron que era fea, mala, inapropiada.
Huelo este piso buscando las pistas que me lleven a esa sustancia pegada en estas paredes,
esa cosita viscosa que embellece toda mi alquimia, mis componentes húmedos.
Cuando la encuentre me muero, de felicidad...
y de amor.
que escapan a algunos ritmos mas o menos conocidos.
yo percibo que es torpe, que no sabe moverse,
sin embargo, en su propia lógica posee su virtud.
Reconozco como la proyecto y la alejo, la manejo y desconozco.
Así, gran parte de mis problemas con vos, son mis problemas con el otro.
Ese otro que no deja de construirme, tan sola y tan perfecta, de ciencia ficción.
De a poco y con dificultad vuelvo al primer pozo, ahí donde deje mi primer camisón, mi primera Barbie.
Ahí es donde me toca recostarme, resentir ese olor, esa textura,
reinventarme desde aquellos confines,
que me parecen tan húmedos y hostiles,
ajenos.
Polares, como las estrellas o como el hielo, sensaciones que tiño de ningún color.
Están en esta olla que hierve, infusión que temprano o tarde, tomaré sedienta, para volver a empezar con mi química mas organica. Esa que abandoné por que me dijeron que era fea, mala, inapropiada.
Huelo este piso buscando las pistas que me lleven a esa sustancia pegada en estas paredes,
esa cosita viscosa que embellece toda mi alquimia, mis componentes húmedos.
Cuando la encuentre me muero, de felicidad...
y de amor.
lunes, 17 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)