Mastico esta nueva costumbre con certeza añejada, no me acordaba de esta creatividad, esta calma.
Por momentos se teje nuevamente y va subiendo velozmente, de repente soy autómata, dependiente.
Recuerdo que las 2 tejían, cosen, arman, cual arañas o animal con mas de dos manos, extremidades que controlan todo lo que sucede alrededor. Gozan. Quieren comer. Oralidad disfraza de supervivencia, voracidad dibujada, insaciables.
Pienso que por lo menos yo me sé glotona, comilona, derrochadora, Sí. Y entonces veo que esa es la misma trampa minimamente mas sana y quieta, existe y me maneja cual marioneta adicta, pero también la disfruto y me regocijo en ese lodo, lodo empantanado, que solo se lo padece, si se lo piensa.
martes, 2 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)