Es raro.
Trata de comprender el orden que habita en el desorden mismo. El desorden de su panza.
Toca. Es suave. Huele.
Sútil diferencia que no se relaciona entre si, sino con lo demás, con lo cálido, lo terrestre, que no necesariamente es polvo, sino solamente húmedo, sustancioso. Asi es como entiende ese cuerpo, ni agua, ni emoción, el cuerpo, emoción misma, teñida de colores infinitos y estridentes.
Extraño sea, es, la piel de gallina, los ojos lagrimosos, me roza , me toca, cada vez que siento...aunque no se ve, no, nada.
En estos umbrales todo es certeza, evidente sensacion, fango inherente, que no se piensa, no se habla, no se entiende ... está.
sábado, 2 de enero de 2010
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