Vaquitas volando que se llevó una nube de polvo, enredadas miran para abajo, confundidas.
Arriba es raro, abajo es puro bullicio.
Bajate despacio vaquita, no se puede vivir en el cielo siendo animal tan terrestre.
No se puede en la tierra vaquita escuchar solo ruido.
Vamos abajo de un arbol que tenga sombra y que tenga sol.
Quieta quedate linda, que cuando menos lo esperes el silencio sera placer, y la polvareda cosquilleo.

Hice un paquete muy prolijo donde puse todas esas cosas que amo en la misma medida que odio. Te lo di, te lo unte por el cuerpo, te lo puse cual perfume tomada por completo por una ceguera y sordera, de los ojos y de las orejas, y de todo lo que soy.
Puta que te veías lindo, perfecto, hermosísimo. Eras mi obra con todas mis características mas controversiales, idilicamente para bien y desgarradoramente para mal. Desproporcion, nada podia dar lo mismo, exceso, desmesura.
Desperté con la sensacion de estar viviendo a medias, uno de esos dias en los que sufrí desfachatadamente, sabiéndote tan poetico y errante. Sensación que me llevo, sanamente, a despojarte, a rearmarme.
Asi empeze a perder (te?) a ese que nunca tuve, a ese, mi invento.
Rearmarme fue desarticularte .. intensidad, mis miedos, talentos, mis pasiones.
Te veo, no se quien sos... ya no quiero conocerte (alguna vez quise?) quiero mi paquete, desempaquetado, integrado... mio, en mi.

Si te miro desde arriba puedo llegar a sentir el pasto que estás pisando, algo asi como tender un puente entre tu sistema nervioso y el mio, puente que nos mantiene a distancias absolutas, pero que nos arrima y comparte el mismo sentir. Oler la marca de jabon en polvo con que se lavo tu ropa, tu pelo mas limpio o mas sucio, olerlo, sentir. Yo ya no quiero puentes, no quiero telepatías, no quiero enterarme a traves de tus sentidos...
Quiero los mios estando, apretando, siendo...
y si no?
Cavaré un pozo profundo y habrá (seguro?) que encontrarse en otra parte, en otra vida, de nuevo, otra vez.