jueves, 8 de abril de 2010



Hice un paquete muy prolijo donde puse todas esas cosas que amo en la misma medida que odio. Te lo di, te lo unte por el cuerpo, te lo puse cual perfume tomada por completo por una ceguera y sordera, de los ojos y de las orejas, y de todo lo que soy.

Puta que te veías lindo, perfecto, hermosísimo. Eras mi obra con todas mis características mas controversiales, idilicamente para bien y desgarradoramente para mal. Desproporcion, nada podia dar lo mismo, exceso, desmesura.
Desperté con la sensacion de estar viviendo a medias, uno de esos dias en los que sufrí desfachatadamente, sabiéndote tan poetico y errante. Sensación que me llevo, sanamente, a despojarte, a rearmarme.
Asi empeze a perder (te?) a ese que nunca tuve, a ese, mi invento.
Rearmarme fue desarticularte .. intensidad, mis miedos, talentos, mis pasiones.
Te veo, no se quien sos... ya no quiero conocerte (alguna vez quise?) quiero mi paquete, desempaquetado, integrado... mio, en mi.


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