Son como 2 túneles que corren paralelos y que parece que nunca van a cruzarse. Sin embargo se condicionan constantemente, como si por encima de ellos hubiera una cuerda en la que Luana camina con los ojos bien abiertos, tratando de ver donde pisar.
Es agobiante, por momentos.
Luana vive una cotidianeidad mas o menos cuadrada, tangible, lógica, lineal y explicable. Ve y escucha cosas que quedan encerradas en palabras que comprende perfectamente, mensajes claros y legibles, inequívocos.
El otro túnel, mas difuso, le manda información altamente contradictoria con todo aquello que sí tiene forma, que se puede ver y tocar. Es una nube lejana a la que gustosa se sube cuando se lo permite en esos momentos en que silencia al tirano interior que le dice que deje de volar. Se saca las zapatillas (en realidad se le caen) y empieza a flotar empapándose del vapor de esa nube que no para de llamarla, y a la que ella se niega constantemente a dar crédito.
- "¿Sabés que pasa? siento todo mas que nunca y mas mezclado que nunca, se ES, sin límite sin forma alguna y nada parece necesitar explicación. Estás ahí vos también, te veo volando en mi misma nebulosa, solamente que menos entregado y mucho mas negador. Quien nos trae de vuelta sos vos, que pedís gravedad inmediatamente empezás a sentir que algo de esto puede modificarte. A veces en la nebulosa me sonreis, y me das besos. Eso sí, ni bien bajamos sos frío e infértil, seco, poco juguetón. Ya me duelen los golpes y empiezo a querer dejar de subir... aunque ahí arriba estés lindo".
sábado, 25 de diciembre de 2010
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